INFLUENCIA EMOCIONAL DEL COLOR

La percepción visual del color comienza con la interpretación en el cerebro, concretamente en el cerebelo, de las señales recibidas desde las células llamadas foto receptores de la retina del ojo, que previamente determinan la longitud de onda o distancia de pulso a pulso dentro del campo eléctrico y el espectro electromagnético o energía lumínica que capturan de cualquier objeto, imagen o forma.

De este modo distinguimos los llamados colores primarios cuya naturaleza no es un atributo de la luz en sí, sino más bien, un concepto biológico basado en la respuesta fisiológica del ojo humano.

Los colores primarios son el rojo, verde y azul,  tríada conocida también como RGB (Red, Green, Blue) o RVA (en español).  Con ella se pueden representar una gama muy amplia de colores visibles.

 

Colores primarios percibidos por el ojo humano

 

Contamos también con los colores secundarios, tonalidades perceptivas del color que se obtienen por la mezcla a partes iguales de dos colores primarios.

Los colores terciarios, se consiguen mezclando a partes iguales dos colores primarios y uno secundario.

Además, nos encontramos con los llamados colores elementales que corresponden a las ocho posibilidades extremas de la percepción del  ojo humano. Resultan de las combinaciones que ofrecen los tres primarios. Estas ocho posibilidades son los tres colores primarios, los tres secundarios que resultan de dos primarios, más los dos colores acromáticos, el blanco que es percibido como la combinación de los tres primarios y el negro que representa la ausencia de los mismos.

Como comentaba anteriormente, sí tenemos en cuenta que la percepción de los colores obedece a una respuesta bio-fisiológica resultado de la transmisión de impulsos eléctricos que discurren a través de nuestro sistema nervioso y que indiscutiblemente, nuestro cuerpo físico se haya interconectado neurológicamente, podemos concebir que una determinada percepción visual puede llegar a  desencadenar generalmente de forma inconsciente, una sensación específica ya sea física o psicológica.

Visto así y extrapolándolo a temáticas como la pintura, el diseño y la decoración, el marketing, la imagen personal,  etc., del estudio de la interacción entre los colores y las emociones podemos desarrollar estrategias premeditadas inmejorables para la obtención de un objetivo concreto.

¿A quién no se le ha abierto el apetito en un restaurante decorado en tonalidades naranja?

Al hilo del párrafo anterior y desde mi punto de vista, considero que los colores poseen personalidad y cualidades propias y además de la interpretación biológica, nuestra percepción personal que por distintos factores cognitivos condicionados no siempre es coincidente con la de los demás, unido al impacto recibido de una proyección de color no influye de la misma manera sobre el estado de ánimo individual, entre otras cosas porque no todos partimos siempre del mismo punto anímico.

 

El color en el Marketing

 

A continuación voy a enumerar las propiedades así como asociaciones, percepciones y el abanico de sensaciones que generan un grupo de colores que he elegido y que han sido aceptadas como evidencias, salvo algunas discrepancias entre diferentes autores.

El Blanco, se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza, la seguridad, la limpieza, el optimismo. Se considera  el color de la perfección y en contraposición con el negro tiene una connotación positiva.

El Amarillo, simboliza la luz del sol. Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía. Con frecuencia se asocia a la comida. Este color utilizado en exceso puede causar un efecto perturbador e inquietante.

El Naranja, combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Representa el entusiasmo, la felicidad, la atracción, la creatividad, el éxito, el ánimo y el estímulo. Es un color que encaja muy bien en la comunicación con la gente joven.

El Rojo, es el color del fuego y de la sangre, por lo que se asocia al peligro, la guerra, la energía, la fortaleza, la determinación, así como la pasión y el deseo en el amor. Es un color muy intenso a nivel emocional. El rojo es el color que indica el peligro por antonomasia.

El Púrpura, aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo. Se asocia a la realeza y simboliza el poder, la  nobleza, lujo y ambición. También está asociado con la sabiduría, creatividad, independencia y dignidad. Representa la magia y el misterio.

El Azul, es el color del cielo y el mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad. Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno. Es un color fuertemente ligado a la tranquilidad y a la calma.

El Verde, es el color de la naturaleza por excelencia. Representa armonía, crecimiento, exuberancia, fertilidad y frescura. Tiene una fuerte relación emocional con la seguridad.  En contraposición con el rojo de indicación prohibitiva, tiene una connotación de “vía libre”.

El Negro, representa el poder, la elegancia, la formalidad, la muerte, el misterio, la intransigencia, el prestigio, y la seriedad. Es el color más enigmático y se asocia al miedo y a lo desconocido.  Combinado con colores vivos produce un efecto agresivo y vigoroso.

 

Colores y emociones

 

Con la saturación o degradación de cualquier color, obtenemos diferentes tonalidades o paleta de colores que incrementan o suavizan los efectos sensoriales.

 

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